Desde el consistorio dicen que han sancionado a la fundición, pero no cuentan que, en realidad, tendrían que haber clausurado el mes pasado la fábrica como marca su ordenanza de ruido
Ayuntamiento de Getafe y Comunidad de Madrid siguen con la táctica de dilatar plazos imponiendo sanciones, que nunca cobrarán, sin poner solución a una situación límite: una fundición altamente contaminante que funciona de manera ilegal a metros de viviendas y colegios
Este miércoles, el Ayuntamiento de Getafe ha anunciado que ha requerido a la Comunidad de Madrid que tome medidas “más contundentes ante los incumplimientos reiterados de Corrugados”, alegando que llevan años pidiendo más controles y que han llegado a imponer una sanción recientemente a la fundición. Pero lo que el Ayuntamiento no cuenta en su comunicado es que, el mes pasado, evitó aplicar en su totalidad su propia ordenanza municipal al constatar incumplimientos muy graves en los niveles de ruido. La normativa contempla la “clausura del establecimiento” o “el precinto del foco emisor” para estos casos, pero el consistorio prefirió obviar esa parte e impuso una sanción mínima de 30.000 euros que sabe que jamás cobrará porque Corrugados recurre y no paga.
Un doble juego que, consideramos, no es propio de una administración pública con competencias tan importantes como evitar que una fundición altamente contaminante esté funcionando de manera ilegal a 200 metros de casas y, lo que mucho más grave, de colegios e institutos en los que durante toda esta semana sus alumnos, menores, han salido al patio mientras respiraban partículas tóxicas que en ese momento liberaba la fábrica.
Desde la Plataforma de Afectad@s por Corrugados exigimos a las administraciones involucradas en la problemática de Corrugados transparencia, rigor y veracidad ante una situación que, parece no perciben, es gravísima, que afecta a la salud de miles de familias y que nos obliga a manifestarnos el próximo día 22 de octubre porque nadie ha puesto una solución encima de la mesa más allá de promesas incumplidas una y otra vez.
Aprovechamos, de nuevo, para pedir a la Comunidad de Madrid y al Gobierno municipal de Sara Hernández que apliquen una solución con urgencia. Hace 15 años nos dijeron que Corrugados ya no estaría cuando dieran las viviendas de Los Molinos, y fue mentira. Después nos aseguraron que la fundición liberaba vapor de agua y que todo estaba en regla, y también era mentira. Y un día descubrimos que ni el humo blanco era vapor, ni el olor a metal era salubre, ni el ruido que no nos dejaba dormir era legal. Mentiras, mentiras y más mentiras. Con nuestra salud no se hace política, señores.
El día 22 de octubre salimos a la calle.
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