La Comunidad de Madrid se compromete a medir las emisiones difusas y a que este año esté solucionado el incumplimiento de los ruidos
- En la primera reunión entre ambas partes el pasado 4 de marzo, la Plataforma de Afectad@s por Corrugados prueba con vídeos y con documentación recabada durante meses que la fundición incumple la normativa
- La Consejería de Medio Ambiente hará una medición ante las emisiones no controladas que libera la fábrica y pone como fecha tope este 2021 para solucionar los incumplimientos de ruidos
- Desde la CAM se han sorprendido ante algunas de las pruebas y habrá una nueva reunión en la que se incluirá también al Ayuntamiento de Getafe y se valorará activar competencias a nivel local
Con vídeos y con documentación, la plataforma probó ante el viceconsejero de Medio Ambiente, Mariano González, la directora de Sostenibilidad, Beatriz Castaño, el director de Economía Circular, Vicente Galván, y dos técnicos, que en cuestión de humos y contaminación, Corrugados no cumple la normativa, por los siguientes motivos:
Libera emisiones difusas, es decir, por canales no controlados, como los portones laterales. El resultado es que durante días, y sobre todo los fines de semana, gran cantidad de humo sale por esos focos, desprendiendo un fuerte olor a metal, sin controlar si entre esas partículas hay dioxinas o furanos, elementos cancerígenos producto de la fundición de chatarra.
En 2017, el Defensor del Pueblo tras reclamar datos a la Consejería de Medio Ambiente, documenta la superación reiterada de emisiones contaminantes. Por ejemplo, los parámetros de hidrocarburos totales en el mes de diciembre de 2017 dieron 20,0 mg/l, siendo el valor límite según la AAI de 5mg/l, eso es cuatro veces más. En sulfatos, en enero 2018 se registran 1.334 mg/l siendo el valor límite 1.000 mg/l.
En 2018, por esos incumplimientos de la AAI, que pueden acarrear la paralización de la actividad, el Defensor del Pueblo habla de un funcionamiento irregular de la empresa, de un control ambiental que no se está realizando con el “rigor que cabría esperar respecto a una instalación de gran potencial contaminante” y exige a la Comunidad de Madrid explicaciones. En este sentido, los vecinos han denunciado en varias ocasiones que los días que la Comunidad de Madrid realiza mediciones, la actividad de la fábrica está completamente parada.
Ese mismo año, el Defensor del Pueblo habla de “contradicción”, sobre el “procedimiento de legalización de la instalación”, teniendo en cuenta que el “Ayuntamiento emitiera en 2008 un informe de compatibilidad urbanística cuando previamente, en 2006, ya había suscrito el protocolo para su traslado”. Dos años después, en 2020, en una entrevista, la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, reconoce que “el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de Getafe, afortunadamente, no permite esta industria tal cual está ahora en ninguna zona del municipio, porque no es la adecuada”.
Es imposible que Corrugados mantenga su actividad tan cerca de zonas urbanas. Es necesario considerar no solo su trasladado, sino que sea cual sea su nuevo emplazamiento, cumpla con los protocolos establecidos por una Autorización Ambiental Integrada que debería ser más exigente, dada la urgencia que imprime la situación de cambio climático que estamos viviendo.
Ante esto, desde la Consejería se comprometen a hacer una medición de esas emisiones difusas que han quedado probadas.
En cuanto al ruido que emite Corrugados, y que ha quedado probado que incumple la AAI tras la denuncia de un vecino que fue aceptada por la Fiscalía de Getafe y que está actualmente en trámites en el juzgado, los responsables de Medio Ambiente también se han comprometido a que la fábrica tendrá que acometer las mejoras exigidas para minimizar los niveles de ruido y que tendrá que ser en este 2021 sin opción a más prórrogas, tras las dos concedidas ya por el gobierno regional.
En la reunión recordamos que los resultados de la medición que realizó la Guardia Civil, tras esa denuncia, dieron como probado que el ruido provocado por la fundición supera los 65dB máximos permitidos para zonas residenciales durante el día y los 55dB máximos por las noches. Con esos datos, el Ayuntamiento confeccionó un Anexo III en su Plan de Acción contra el Ruido, en el que se reflejan las mediciones realizadas y sus valores por encima de los límites fijados.
Sobre la cuestión de los olores insalubres, la plataforma trasladó que es una situación constante, diaria, que se produce sobre todo de noche y a primeras horas de la mañana. La consecuencia, tal como nos han denunciado durante meses los vecinos, es que la ropa tendida queda impregnada del olor, no se pueden abrir las ventanas, ni tan siquiera se puede dar un paseo o salir a hacer deporte al aire libre porque es imposible. Sabemos que es muy difícil de medir, pero es un indicador clave de que algo no está bien. Ya pasó con una industria de Alcalá de Henares.
Con todo esto, expusimos lo que ya hemos denunciado muchas veces: que se está vulnerando uno de los derechos fundamentales, el de la salud, tanto por parte de la Comunidad de Madrid como por la empresa, y por eso exigimos un endurecimiento de la AAI y muchos más controles y transparencia.
Desde la Consejería, sus responsables también se comprometen a que habrá una nueva reunión entre Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Getafe y esta plataforma. Una cuestión clave, pues la Comunidad propone valorar en ese siguiente encuentro activar todas las competencias a nivel local que tiene el Ayuntamiento, que hasta ahora parece no se han puesto en marcha, y que podría ayudar a mejorar la calidad de vida de los vecinos.
Desde la plataforma esperamos que todas las partes implicadas trabajen desde ya para dar una solución inmediata y urgente a una situación insostenible. Por nuestra parte, seguiremos exigiendo con pruebas y documentación que la salud de los vecinos, su calidad de vida y el cuidado del medio ambiente esté por encima de las emisiones descontroladas de Corrugados y de los incumplimientos de ruido que hacen imposible la vida diaria en los barrios cercanos.
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